Si bien surgió en los años 70 como el equivalente latino del término sponsoring – lo que lleva a que muchas veces se lo asocie con la financiación de actividades deportivas – no se le concedió demasiada atención hasta mediados de los 80.
El Patrocinio es una técnica de comunicación con altos niveles de exigencia en sus tres fases decisivas: la definición de los objetivos, la elección del soporte y el seguimiento de sus “efectos” en los medios de comunicación.
Además, ofrece ventajas comparativas respecto a la clásica compra de espacio publicitario ampliando el tiempo de aparición de la imagen de la marca durante la transmisión patrocinada.
Con esta técnica se busca captar fuertemente la atención de los consumidores y aumentar consecuentemente sus impulsos de compra. Es por esto que generalmente los patrocinadores acompañan sus acciones con campañas de promoción de ventas.
El deporte constituye un campo privilegiado de intervención por su fuerte contenido emocional y de los valores positivos que transmite. Si el evento está cuidadosamente elegido y se consigue una buena repercusión, se destaca a la marca y / o producto mucho más rápido que mediante una campaña de publicidad.
Con respecto a la Comunicación Interna dentro de la organización, esta técnica permite trabajar sobre la movilización de los recursos humanos. Respecto al conjunto del personal, el evento patrocinado puede convertirse y/o utilizarse como tema de reflexión y motivación. Por ejemplo, si se patrocina una actividad colectiva es posible promover, a partir de ello, la idea de éxito asociada al espíritu de equipo.
Aplicaciones: Organización de Encuentros Deportivos a Beneficio; Auspicio de Espectáculos Gratuitos; Campañas de Desarrollos de Fondos en Medios Masivos (p/ej.: “Teletones”); Apoyo a Deportistas Olímpicos, etc
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