Este método fue desarrollado por John Marston en 1963, en su libro The Nature of Public Relations /La Naturleza de las Relaciones Públicas. Marston tomó como guía los principios del Management por Objetivos, que Peter Drucker formalizara a comienzos de la década de 1950, y sintetizó el su método, aplicable tanto a la comunicación y como las relaciones públicas, con el acrónimo de alta recordación RACE que integra sus cuatro elementos clave:
Research / Investigación: sin investigación estamos abordando un problema a ciegas. Resulta clave preguntarse por la naturaleza de la situación comunicacional de la organización para poder determinar un escenario de partida a partir de datos y no de impresiones u opiniones guiadas por la ansiedad por pasar a la acción. "No hay viento favorable para quien no sabe a dónde va" decía en la antigüedad Séneca, y sigue siendo un supuesto de fundamental para la planificación estratégica.
Acción / Action: este punto debería llamarse análisis y acción, dado que a partir del análisis realizado en la etapa anterior podemos identificar los vectores comunicacionales clave de nuestra situación organizacional y platear metas (que son objetivos generales y específicos cuantificados, en cantidad y/o en porcentaje) que relacionaran estratégicamente el discurso organizacional con nuestros públicos - objetivo.
Communication / Comunicación: tomando como insumo los resultados de las etapas anteriores, se redacta/n el/los mensaje/s, se eligen los canales, se diseñan los soportes, se segmentan los públicos y se despliega nuestra estrategia comunicacional a nivel externo e interno, sin perder de vista que en la esfera pública no estamos solos y que por lo tanto resulta clave considerar las interacciones con otras campañas y mensajes en vigencia.
Evaluation / Evaluación: Marston no planteó un método lineal, por lo que suele llamarse "método espiral", esto implica la no compartimentación entre las cuatro etapas y también la importancia de realizar evaluaciones parciales, que permitan adaptar y corregir el rumbo de ser necesario, y una evaluación global de nuestra planificación para determinar con claridad los resultados de la misma, los que a su vez serán un insumo invaluable para próximas campañas.
Como todo proceso de planificación estratégica, este método se despliega entre los ejes de la determinación de la factibilidad, que evalúa la disponibilidad teórica, técnica, y operativa del conjunto de los recursos necesarios para realizar el estudio planteado, y la viabilidad, evalúa la probabilidad de realización del proceso de investigación en relación al contexto, político, social y organizacional en el que se desarrollarán los procesos a encarar.
Siempre conviene que el profesional a cargo de un proceso de planificación comunicacional tenga especial consideración al respecto, dado que la correcta valoración de la factibilidad y la viabilidad facilitará la sustentabilidad y crecimiento positivo de nuestra reputación organizacional.
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